No sé por donde empezar, tal vez diciendo que mi vida es un asco. El solo hecho de escribirlo me hace sentir mal, triste y miserable. ¿Acaso hay algo más patético que autodescribir tu vida como un asco?, no lo creo, tal vez si alguien me escuchara no sería del todo mal. Partiendo por mi familia, mi estúpidamente perfecta familia, solo piensan en ellos, partiendo por mi hermano.
Mi hermano, Jack, típico chico atractivo, quiero decir, "atractivo" para los ojos de los demás excepto para los míos, que vive pendiente de puras mierdas típicas de engreídos, mujeriegos y fiesteros. Tiene casi 18 años y se cree lo mejor y puede que lo sea. El mejor de su clase, capitán del maldito equipo de rugby, con una novia que parece sacada de fábrica, (sin cerebro y con cuernos), con un físico para morirse de envidia, y para más remate, es gracioso, simpático, agradable y el favorito de mis padres.
Mi madre, Flor, siempre ocupada, hablando por celular y mandando mails, es gerenta de una importante empresa del país, y por lo mismo, somos prácticamente clase alta y una exitosa familia (si yo no estuviera). Es una mujer, para cambiar un poco el tema, perfecta. El físico que toda cuarentona con 3 hijos desea tener, un cabello lacio y hermoso, ni una sola cana, que yo le haya visto al menos, siempre sonriente y radiante, amante del yoga y de la comida sana, muy simpática y transmite la paz que a todos (a mi) nos falta.
Mi padre, Jared, amante del fútbol, la cerveza y asado. Su gran éxito fué encontrar una mina, boom, más dinero y éxito se apoderan de mi familia. Es un tipo guapo, con una risa tremendamente pegajosa, siempre sabe que decir y nunca te falla (excepto a mi), el esposo ideal para toda mujer, atento y cariñoso, pero el padre que yo no desearía tener, y claro está que mis dos hermanos lo adoran.
El pequeño Demian, apenas 7 años y ya me supera en éxito, sus maestrxs lo adoran al igual que sus compañeros, además de ser extremadamente adorable, es extremadamente buen niño, amigo y estudiante, el mejor promedio de su clase y dibuja de maravilla, educado y agradable, todo lo contrario a los mocosos de hoy en día.
Y bueno, también estoy yo, fracaso y escoria familiar, tengo casi 17 malditos años y mi único premio hasta ahora a sido por comer más rapido un kilo de papas fritas en una feria de atracciones. Siento que le desagrado a mi familia, excepto a Demian y mis hermosos gatos, pepino, pepinilla y pickle, ni para nombres soy buena.
Ni siquiera soy bonita, soy la oveja negra, la patito feo, la no planeada de la familia. Hasta ahora, solo he tenido un apoyo, exceptuando a mis retoños, que es mi mejor amiga Coral.
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